A mis amigos/as: No quiero que nadie se preocupe, pero debo decirlo:
En la madruga del lunes (ayer), en un creciente ambiente de hostilidades contra
mi y el resto de mi familia, me apedrearon mi casa y rompieron los cristales de
un ventanal de la habitación donde duermo. Mi esposa, médico al igual que yo,
estuvo al punto de recibir en su rostro y cuello los cristales que se
desprendieron como puñales, que por fortuna fueron detenidos por el bisillo de
las cortinas. Cuarta vez que ocurre un hecho como ese
en los últimos cuatro años, ante la indiferencia de la policía y del ministerio
público (así con minúscula), y ante quienes concurro siempre a realizar mis
denuncias al respecto. Ayer la policía nacional, dirección nacional de crímenes
y delitos (en minúsculas) se comprometó a realizar un experticio en mi
residencia, entre las 2:00 y la 4:00 de la tarde. Aún estoy esperando por ellos
y lo más seguro es que no acudan. Miedo no tengo ni he tenido nunca. De manera
que continúo haciendo mis labores como siempre, pese a que han vuelto a sacar a
Barrigaverde.net de la red, lo que entiendo Indotel debería saber algo de ello
y otros organismos correspondientes, encargados de investigar estos delitos. No
agrego nada más; el resto ya ustedes lo saben. Confieso algo: lo único que han
logrado de mi con ese atentado, es ponerme de muy mal humor. Dice el refranero
popular, que "No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo
resista", y van 98. Gracias por leer la nota.
Un abrazo a todos/as...
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